domingo, 29 de marzo de 2015


La dieta mediterránea es más sana y también más ecológica.

Un nuevo estudio en el que participan el Complejo Hospitalario Universitario de Huelva, la Universidad Jaume I de Castellón y la Universidad de Huelva analiza la huella de carbono de los menús que se sirven diariamente en España, basados en una dieta básicamente mediterránea, y los compara con los ingeridos en países anglosajones, como Reino Unido o EE UU.

“Combatir el cambio climático es una prioridad internacional que debe ejecutarse en todos los ámbitos, como en el entorno familiar, teniendo en cuenta nuestra alimentación diaria”, explica Rosario Vidal, primera autora del estudio e investigadora del departamento de Ingeniería Mecánica y Construcción de la institución valenciana.
Se analizaron un total de 448 comidas y 448 cenas repartidas durante todas las estaciones del año para satisfacer unas necesidades calóricas medias de 2.000 kcal, y los datos obtenidos se recogieron en el Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva.
Según el equipo de investigadores las cifras son ampliamente extrapolables. “Estos menús podrían haberse servido igualmente en cualquier colegio, restaurante o casa española. Las recetas analizadas incluyen algunos platos tan típicos como gazpacho andaluz, pisto manchego, paella o puchero”, añade Vidal.
Algunos alimentos de la dieta mediterránea.
Se confeccionó una base de datos con la huella de carbono de alimentos cultivados, pescados o producidos, principalmente en España, y se calculó la huella de carbono de cada plato y menú multiplicando por la cantidad requerida en bruto para su elaboración.
La huella de carbono expresa la cantidad de dióxido de carbono y otros gases contaminantes equivalente causante del calentamiento global, y se mide en kg de CO2equivalente (CO2e).
La huella de carbono media diaria obtenida fue de 5,08 kg de CO2e, muy inferior a la media en EE UU, entre 8,5 y 8,8 kg de CO2e, o a la de Reino Unido, 7,4 kg de CO2e; todas ellas para la misma ingesta calórica. 
“Las diferencias entre el valor medio de la dieta mediterránea y la de los países anglosajones se deben a que en España se consume mucha menos carne de vacuno –uno de los alimentos con mayor huella de carbono– y se toman más verduras y frutas, con baja huella de carbono. Por eso, no solo es más sana, sino que nuestra dieta es también más ecológica”, afirma Vidal.
Opinión personal: creo que la lucha y la prevención del calentamiento global se debe realizar desde todos los ámbitos de nuestra vida, que aunque sea un aspecto muy pequeño y con poca influencia, con la suma de todos estos aspectos pequeños se conseguirá una gran ayuda contra el calentamiento global, por lo que hay que seguir investigando en cómo ayudar en temas como este de la huella de carbono de los alimentos.
Autor: Miguel Casas Cabrera.

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