Ahora podemos sumar otro avistamiento con este cadáver de 5 metros de largo encontrado en Marigondon, un puerto en Pio Duran, Albay. Este ejemplar ha sido almacenado en hielo hasta que los especialistas lo examinen.
Si bien sus cabezas bulbosas y sus asombrosas 50 filas de dientes en cada mandíbula les pueden dar una apariencia ligeramente aterradora, estos gigantes marinos de lento movimiento son filtradores, al igual que los tiburones peregrinos y los tiburones ballena.
Esto nos vuelve a demostrar que aún hay cosas que explorar en nuestro planeta, y no hay que centrarse tanto en la exploración espacial.
Rodrigo Aguirregabiria Herrero
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