El hospital Gregorio Marañón de Madrid presenta este viernes una nueva vía para reparar corazones lesionados.
El tratamiento del infarto es uno de los problemas que ha solicitado más esfuerzo y más esperanza para poder aprovechar la capacidad de las células madre.
Se trata de atacar a la lesión cuando aún se puede despertar la respuesta regeneradora y emplea las células madre adultas del corazón, es decir, las idóneas.
La estrategia hasta ahora era usar células madre del propio paciente pero había que esperar entre cuatro y ocho semanas para procesarlas y tratar con el paciente; la idea de los investigadores es recurrir a células madre donadas, que pueden ser almacenadas, y pueden llegar a ser utilizadas entre 5 y 10 días después del infarto; éstas se introducen o se inyectan a través de la red vascular, producción un nuevo tejido y mejorando la función cardíaca.
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Este viernes han participado 55 pacientes, con las colaboraciones de la Universidad Católica de Lovaina y el Hospital Saint Louis de París, además de una decena de grupos españoles.
Esta terapia regenerativa no es siempre eficaz, debido a que si se aplica de forma inmediata, la inflamación mata a las células regeneradoras; en cambio, si se aplica demasiado tarde, la cicatriz ya se ha fortalecido.
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Andrea Redondo Pedraza