En 2010, los neurobiólogos de la Universidad de Pittsburgh enseñaron a un mono a controlar un brazo robótico avanzado solo con su mente. Para ello, le pusieron al mono dos implantes cerebrales y supervisaron las descargas neuronales motoras, información que iba a un ordenador que las traducía a comandos que dirigían el brazo robótico.
Solo con su mente, el mono empleó el brazo para alcanzar alimentos, pulsar botones y girar cosas. Este estudio ha sido esencial en el diseño de prótesis avanzadas que permiten a personas con parálisis parcial o total hacer determinadas acciones que de otra manera serían imposibles.
CARLOS PARRO BALLESTEROS
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